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Dos factores se combinaron para tamaño desastre ambiental: los efectos devastadores del fenómeno climático llamado La Niña y la ausencia total de prevención y planeamiento por parte de los gobiernos. La Niña ya es mayor de edad, se maneja sola, poco y nada se puede hacer al respecto. Pero planear y prevenir no sólo es posible sino una obligación. Si no se abordan estos asuntos y se los trabaja desde los gobiernos y la propia sociedad, lo acontecido en los municipios del Nordeste brasilero puede resultar un anticipo de lo que podrás asistir en vivo y en directo -y en cualquier momento- en tu propia ciudad, en tu propio pueblo; te encuentres donde te encuentres. Movámonos, hagamos nuestra parte, antes de que sea demasiado tarde, antes de que el agua nos llegue al cuello.
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