A través de infinitas señales cotidianas los dioses anuncian que ha llegado el fin de estos tiempos de
tanto extravío, desatino y dolor. Ha llegado la hora de la verdad, la verdad
cruda, dura, como un espejo insobornable frente al cual debemos vernos por
entero. La verdad que (al fin!!!) nos hará libres. Una nueva era se abre
delante nuestro como un horizonte de luz que busca, empecinadamente, iluminar
nuestros corazones.
Y la humanidad, el hombre único y total que somos, expone al sol sus llagas, sus lacras, sus sombras buscando, con desesperación, curarlas, sanarlas. En tanto, los mismos dioses que anuncian nuestro apocalipsis individual organizan, desde el misterio fugaces milagros que nos permiten comprender que la vida nueva puede ser sembrada en nosotros mismos, desde nosotros mismos, porque en nosotros mismos está la cura. La luz está dentro de nosotros mismos. Asomáte a este video como quien se asoma al gran espejo. Te vas a encontrar a tí mismo, en cada uno, en todos. Disfrútalo, disfrútate. In lak'ech. Ubuntu.
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